La industria automotriz, durante los últimos años, ha revelado infinidad de casos que no han podido superar los pasivos y se han presentado en la quiebra, o mejor dicho, en estado de insolvencia, cuando una empresa es incapaz de saldar las deudas. Este caso le ha pasado a “Isdera”, una marca alemana enfocada en los autos deportivos y exclusivos que cerró sus puertas en mayo de 2025.
Fundada en 1982, (relativamente nueva), captó el interés del público ante el lanzamiento del modelo “Commendatore 112i”, que fue hecho en honor a “Enzo Ferrari”, un gran personaje dentro de la industria y que el apellido deja entrever muchas cosas. La demanda en los autos eléctricos y una suerte de innovación errática, Isdera culminó su aventura.
La firma, de origen alemán, se suma a la lista de marcas exclusivas que no pudieron adaptarse a los tiempos dinámicos de la industria automotriz, sobre todo empresas destinadas a la producción de autos artesanales, deportivos y con un nivel de exclusividad que solo la elite puede alcanzar. Esta serie de características en 2025 no dieron abasto e Isdera ya no va más.
¿Cómo era el modelo de negocio de la empresa?
La primera cuestión a tener en cuenta es que su comercialización dependía exclusivamente de los diseñadores de la compañía. Los modelos no eran puestos a la venta en el mercado, o en concesionarias, y todo aquel que quería contar con un vehículo de Isdera debía acercarse al CEO de la empresa.
Sin terceros ni intermediarios, un contacto directo entre el cliente y el director ejecutivo. El plazo de fabricación era de seis meses aproximadamente, con un pago superior a los 400.000 euros y a cambio, una pieza exclusiva. En 1982, Eberhard Schulz dio inicio a la aventura de su marca, previo a su trabajo como diseñador en Mercedes Benz.
Con el deseo de emprender y fundar su propia marca, doce años después de su impulso a la fabricación de autos, emergió con Isdera y se adentró en el mercado. Los primeros años del fabricante fueron buenos, con modelos que estaban compuestos por motores de Mercedes y homenajeaban a distintas empresas o personajes. Luego del reconocimiento hacia Ferrari, Schulz lanzó un modelo en representación de “Bugatti”.
Diferentes modelos se asentaron en el mercado, aunque la debacle se veía venir. Isdera atravesó varias tormentas financieras y en el último tiempo acudió a China para una especie de “rescate”.
Isdera y las empresas chinas, un caso sin éxito
El intento de salvar el futuro del fabricante de automóviles exclusivos no fue un éxito. En 2017, tras las dificultades financieras, Isdera se relacionó con “WM Motor”, una empresa fundada en 2015 y que también presentó su quiebra en 2023. Con un enfoque hacia los autos eléctricos, el par chino no pudo refutar la imagen de la marca alemana.
Año más tarde, sin perder las esperanzas, Isdera se contactó con Sinfonía Automotive AG, inversores chinos que tampoco pudieron torcer el rumbo. “Xinghui Automotive” fue una empresa china que también entró en la ecuación para cooperar con el camino de la marca alemana, acción que tampoco resultó benéfica.
La última carta jugada por Isdera fue la apertura de un centro de investigación en China sumado a una fábrica de la empresa. Justamente, las cartas fueron echadas y el viento no corrió a favor de Isdera, que en el país asiático comenzó a jugar sus últimas fichas antes de la quiebra.
Últimos momentos
En abril del 2025, ya en términos legales, el Tribunal del Distrito de una localidad alemana abrió un procedimiento de insolvencia, en el cual Isdera presentó la quiebra. Esta parte del proceso relaciona a las empresas que no pueden saldar sus deudas y presentan estas acciones en las que el pasivo es superior a los activos.
Isdera será recordada por los modelos icónicos que entabló en el mercado, aludiendo a Ferrari y el fabricante Bugatti. La industria automotriz tiene a varios fabricantes que apuntan a un nicho exclusivo y donde solo pocas personas pueden ingresar. Los fabricantes que logran moldear los obstáculos y permanecer son pocos, y el caso de Isdera no dio para más.
Los especialistas de la industria automotriz, de todas formas, destacaron el modelo de negocio de Isdera, sin publicidad, sin muestras comerciales ni exposiciones en concesionarias. Todo del boca en boca, entre un contacto directo de los clientes con los directores ejecutivos de la marca.
Centenares de piezas se han vendido de los automóviles de la empresa. Fabricaciones que tardan más de medio año y que son entregadas con detalles finos, calidad y motores de Mercedes Benz. Así como ha sucedido con otras, el legado de Isdera se resume en la competencia por un nicho exclusivo y donde solo un par pueden subsistir.