Los primeros días de abril sacudieron por completo la industria automotriz. El famoso “Liberation Day”, impulsado por el gobierno estadounidense de Donald Trump, anunció en abril del 2025 un arancel del 25% a las importaciones de vehículos fuera de Estados Unidos, una medida que elevó el malestar desde Europa y algunos países asiáticos, sobre todo Japón.
Las medidas fueron una explosión para el Viejo Continente y también para Estados Unidos. Un porcentaje muy elevado de la población de USA quedó sorprendida ante las regulaciones impuestas por Trump. Dos meses y varios días después, los aranceles se redujeron, lo que generó un alivio para Europa. Un respiro que llegó en el momento justo y se acopló con el récord de ventas de bonos.
Los bonos están principalmente asociados con incentivos. Son propuestas que ofrecen las automotrices como descuentos o una especie de financiamiento para garantizar la producción nacional. También se incluyen la autopartes, un segmento directo de la industria automotriz que engloba piezas de vehículos para la reparación o ensamblaje de autos.
Debido al regular clima que se respira en Europa, sobre todo ante la disminución de aranceles en las importaciones, la fuerte demanda por parte de los bonos recayó en un momento ideal. Los gráficos expusieron un récord de ventas que no se producía desde 2017. Ocho años después, y luego de un sofocón en las automotrices europeas, el continente vuelve a sonreir, aunque mantiene la cautela.
La cautela sigue vigente debido a que Trump impuso un arancel del 25% al acero y aluminio. “Seguimos siendo muy prudentes” manifestaron desde las automotrices europeas. La ecuación es clara. El arancel del 25% a las importaciones de acero y aluminio perjudica la dinámica europea en USA y por eso hay un clima de incertidumbre. “Seguimos enfrentando vientos en contra”, señalaron otras empresas.
El récord de ventas desde 2017
El Grupo Volkswagen y Mercedes Benz lideraron las ventas de bonos durante el mes de abril del 2025, con más de 13.000.000 millones de euros en ventas directas. Una de las claves para esta recuperación es la reducción de aranceles es la disminución en el sector de las autopartes, un nicho esencial para que la industria automotriz siga creciendo.
Varios analistas, conocedores de la situación, atribuyeron la oportunidad de los inversores ante la suba de la demanda. Los gráficos reflejaron que, luego de la disminución de aranceles por parte del gobierno de Trump, los picos se dispararon y la demanda subió a niveles increíbles. BMW también encabezó grandes volúmenes de ventas, con más de 6 millones de euros, caso similar al de Volvo Car que reunió 1.900 millones de autos.
Y en términos de estadísticas generales, el rendimiento de mayo fue de 3.49%, en comparación de 3.14% con abril. Varios de los créditos y el financiamiento fueron influenciados por la baja de gravámenes. Muchas de esas oportunidades se vieron reflejadas en el aumento de la demanda, con una baja global de los bonos.
Las otras características se articulan con las inversiones por parte de las empresas europeas. Ante el anuncio del gobierno de USA de reducir los aranceles y aliviar el mercado europeo, las marcas apostaron por el Viejo Continente con más de 3 millones de ingreso de dinero.
Incertidumbre
El panorama es inquietante para las automotrices. El festejo ante la venta de bonos no fue desmedido debido a las importaciones de acero y aluminio, que en un futuro encarecerán el contexto automotriz. La única excepción fue Reino Unido, que mantuvo el 25%. Los demás países padecieron una duplicación del 25% al 50% en el mes de junio. Un acuerdo con Canadá y México no llegó a buen puerto y el caso China es un capítulo aparte, con represalias de ambos países que tocaron un pico de más del 100% en aranceles a ciertos productos.
Otra característica buena para la industria automotriz es el protagonismo por parte del Grupo Volkswagen, uno de los conglomerados del rubro más importante y que viene de meses turbulentos. Mercedes Benz, con su impronta y calidad también se reluce. Y BMW, otro fabricante alemán, se impuso en la venta de bonos.
La industria automotriz sigue en el mismo panorama de incertidumbre. De no saber cómo seguirá el andamiaje de la industrial, de las empresas, de la materia energética con las energías renovables al pie del cañón, con los autos eléctricos e híbridos, y con continentes que tienen distintos enfoques de cara al futuro.
¿Los aranceles bajaron? Sí. ¿El festejo fue medido? También. En un panorama de mejora continua pero a pasos bien pequeños, una fisura en la columna vertebral podría descarrilar los últimos trabajos. Europa sabe muy bien que debe seguir en el camino de la austeridad.