La industria automotriz, durante el segundo trimestre del año, ha experimentado varios vaivenes que han sacudido a varios países, sobre todo a las grandes empresas. Una de las respuestas al problema proviene de los aranceles impuestos por Estados Unidos. Donald Trump, hace unos meses, impuso un arancel del 25% a todas las automotrices que importan vehículos fuera del territorio estadounidense.
Esta medida ha repercutido en el sector interno de los gobiernos. Varios países han expresado sus diferencias con los aranceles y decidieron negociar directamente con Donald Trump, presidente de USA, con el fin de llegar a un acuerdo y reducir el porcentaje de los aranceles. Uno de ellos fue el gobierno del Reino Unido, que no ha logrado acordar de manera temprana y ha sentido el impacto de la carga arancelaria.
Desde el 30 de junio, el Reino Unido pasó de tener un arancel del 27.5% al 10%, un porcentaje que bajó claramente pero que ha impactado de todas formas en la industria británica. Trump puso en jaque a la mayoría de los países del mundo y luego, tras negociaciones con los líderes mundiales, ha reducido su cuota de aranceles.
Para la industria británica, el acuerdo ha llegado tarde y el primer semestre del año señaló una caída del 7.3%.%. El número más impactante se atribuye a las furgonetas (combis), donde la caída fue del 45%, un porcentaje que asombra y mucho. La primera conclusión de este segundo número se atribuye al cierre de la fábrica ubicada en Luton.
La industria automotriz del Reino Unido sintió la baja debido a que Estados Unidos es el segundo aliado más importante. Los británicos consideran a USA el segundo mercado más influyente y la cuota de aranceles, que en primera instancia fueron de 27.5%, han impactado de forma negativa.
Vehículos de lujo
Los aranceles rigen para los vehículos de lujo, una temática que afecta y mucho a la industria británica. El Reino Unido cuenta entre sus filas a varias automotrices que desarrollan y fabrican autos de lujo, entre ellas marcas como McLaren, Rolls Royce, Bentley, Aston Martin, Jaguar, etc. Son varias las empresas que están enfocadas en este nicho.
A comienzos de abril del 2025, luego del anuncio formal de Trump y sus aranceles a las automotrices, Jaguar había comunicado la suspensión formal de sus producciones hacia Estados Unidos. La empresa manifestó que, ante la cuota impositiva del 27.5%, iba a tener que pensar una nueva logística y reestructuración.
Ante la situación e incertidumbre del mercado británico, el primer ministro anunció medidas para contrarrestar la carga impositiva impuesta por Estados Unidos. Entre ellas, los fabricantes podrán adquirir créditos de vehículos eléctricos para seguir por la línea de la reducción de la contaminación global. Y en la misma sintonía, las medidas gubernamentales aprobaron retrasar desde 2030 a 2035 el desarrollo de autos híbridos y eléctricos.
El gobierno, con las medidas, desea seguir teniendo credibilidad. ¿Qué quiere decir esto? La disponibilidad de créditos eléctricos estarán regulados y tampoco serán dados por doquier. La medida de los créditos es en pos de reducir las tensiones y estructurar nuevamente a la industria británica. Otra de las medidas está relacionada con la financiación. El gobierno pasó de una regalía de 2300 millones de libras a 2600 millones.
La situación de Jaguar
Voceros de la empresa que pertenece a Tata Motors, luego del comunicado de suspensión de producciones de autos hacia Estados Unidos, intentaron llevar tranquilidad argumentando que mayo y junio están reservados en cuanto a las importaciones y no sufrirán el impacto de aranceles. Sin embargo, con julio casi por finalizar, la caída ha sido notoria y luego de los dos meses reservados, los números comenzaron a tambalear.
Esto tiene que ver con que los vehículos importados desde el Reino Unido a USA tardan aproximadamente tres semanas en llegar. En el medio, el acuerdo entre ambos países que selló una disminución del arancel al 10%, una tasa menor pero que todavía complica los planes de logística para las compañías británicas.
En el detalle de los números, de los 400.000 vehículos que son comercializados por parte de Jaguar casi 100.000 van directo hacia Estados Unidos. La preocupación de los británicos está sujeta a que USA es un mercado muy influyente para ellos.
Cuando las estimaciones a mediados de abril daban por hecho que los aranceles iban a pegar fuerte, no estuvieron erradas. Bajo niveles históricos que marcaron una notable caída, la industria de autos de Reino Unido transita momentos desconcertantes. Desde la Sociedad de Comerciantes del Reino Unidos, hace unos meses, dijeron que los aranceles “cayeron en el peor momento” y que se ajustaron a los “obstáculos que ya enfrentan”.
En 2024, los números ya cayeron. ¿Y en 2025? Los próximos meses determinarán una recuperación o una caída más abrupta.