Hombre frustrado revisando el motor abierto de un auto en una concesionaria, con una mujer preocupada al fondo.

Automotrices que cancelaron su llegada a USA ante los aranceles

Los primeros efectos ya se hacen notar en Estados Unidos. Luego del impuesto de aranceles del 25% a todas aquellas automotrices que lleguen al país norteamericano, empresas asiáticas, el bloque de la Unión Europea y actores externos han tomado medidas en base a su protección, como el caso de México, Canadá y empresas que operan en las cercanías de USA.

Los aranceles del 25% impulsados por Trump han abierto una “guerra comercial” inédita y que podría afectar la circulación de las operaciones entre países. Varios conglomerados de empresas evalúan los pasos a seguir ante los aranceles que les implica cierta debilidad económica para importar desde Estados Unidos. 

La postura de USA es clara: una mirada nacionalista que favorece a la producción 100% estadounidense y complica el futuro de las otras empresas. Casos como Nissan o Jaguar Land Rover han manifestado su descontento y sobre todo, advirtieron que no enviarán autos a USA. Las compañías que operan desde México y Canadá y colaboran con Estados Unidos analizan los pasos a seguir.

Nissan y Jaguar, los primeros casos

Era cuestión de tiempo o de horas que algunas automotrices definan su rumbo en base a una industria automotriz sin la cooperación de Estados Unidos. La primera en tomar posición fue Nissan, la compañía asiática que cancelará sus envíos a USA y continuará operando desde su fábrica en México pero para diferentes países latinoamericanos como o norteamericanos como Canadá, Panamá, México y más lejano, Medio Oriente.

Los modelos que quedaron estancados pertenecen a la gama de los “Infiniti”. Para Nissan, por más que quiera sortear los aranceles de Estados Unidos, no es una buena alternativa ya que Estados Unidos es el mayor exportador de la empresa desde Aguascalientes, la región mexicana donde opera el grupo automotriz aisático en alianza con Renault. 

La respuesta de Nissan está completamente arraigada a los aranceles impuestos por Trump, informaron desde la empresa. La medida analizada por Nissan no cae en un buen momento, sobre todo porque la empresa asiática atraviesa un contexto incómodo, con modelos relegados ante el auge de las empresas chinas y variantes que todavía no fueron afianzadas. 

El caso de Jaguar es similar. La empresa británica es la primera en mover los hilos desde la región y pausar las exportaciones hacia Estados Unidos, Un movimiento para nada factible para la compañía británica, rezagada con sus marcas de lujo a las exportaciones. Las estadísticas recientes aumentan el temor a una nueva baja, ya que los números del 2024 sobre la producción nacional de autos en el Reino Unido disminuyó un 13.4%, y más del 70% de esos vehículos desembarcaron en USA.

Para maniobrar estos obstáculos, las empresas británicas incrementaron el número de exportaciones en los últimos meses, pero ante las medidas impuestas, la incomodidad vuelve a sobrepasar a una industria que deberá analizar sus próximos movimientos.

Stellantis, otro de los grandes

Stellantis es un conglomerado de empresas que tiene varias submarcas a cargo, entre ellas Ram y Jeep que anunciaron el parón de sus exportaciones a Estados Unidos ante el tema de los aranceles. Fábricas que se diversifican en Canadá y México notificaron la suspensión de actividades durante dos semanas para recapacitar sobre el futuro.

Otra de la incómoda situación que afrontará Stellantis tiene que ver directamente en Estados Unidos. Más de 900 empleados quedarán sin trabajo ante los despidos temporales. Toyota, otra empresa asiática y siguiendo el tema de Nissan, abordará la misma situación en su planta mexicana y estancará sus exportaciones hacia USA. Varias compañías afirmaron que atraviesan una etapa de “resistencia colectiva”.

La vara está igual para todos los que no son estadounidenses, con la salvedad que las empresas que operan desde México y Canadá están más propensas a padecer los efectos directamente porque Estados Unidos es el principal lugar de exportación. Stellantis, Jaguar y Nissan ejemplifican a la perfección la nueva situación global de la industria automotriz. 

La explicación a la suspensión de actividades es el argumento de todos. Problemas de logística y reorganización que demandará tiempo y posibles inversiones para apaciguar las pérdidas económicas y volver a operar en otros sectores. Las empresas como Honda, Nissan, Stellantis y Jaguar son las que más rápido reaccionaron, o notificaron el parón de sus exportaciones. El dilema es a futuro, y ver si el número aumenta o no. 

Lo cierto es que la industria automotriz global está en jaque. La “batalla comercial” que inició Estados Unidos ha sacudido el mercado. La Unión Europea todavía sigue analizando los pasos a seguir, Asia comenzó a tomar medidas y los vecinos norteamericanos no se quedarán con las manos vacías. Un contexto de incertidumbre para los agentes externos e internos.  En la actualidad, Jaguar y Nissan son los protagonistas porque tomaron medidas y advirtieron a USA sus pasos.