línea de ensamblaje de fábrica automotriz con varias carrocerías metálicas en proceso de producción

De mal en peor: la crisis de General Motors

Por más que sea una noticia que se veía venir y se ajusta a los planes impuestos hace un mes, la reciente actualización de General Motors no es la deseada por ningún fabricante. ¿Qué pasó? A comienzos de mayo de 2025, GM decidió reducir el proceso de fabricación de un modelo de Chevrolet ante la caída de las exportaciones en Brasil, país aliado que engloba la mayoría de las ventas de las unidades.

Ante un desequilibrio en la economía brasileña, con la devaluación de la moneda (real), desde GM notificaron un parón en a mediados del año para analizar el futuro de la producción y realizar “obras de mantenimiento” en la fábrica, ubicada en Alvear, Rosario. La disminución en las ventas del modelo “Chevrolet Tracker” no solo impactó en el fabricante, sino que una nueva actualización puso en jaque nuevamente a la compañía.

Desde julio de 2025 hasta el cierre del año, la planta de GM ubicada en Alvear anunció una “suspensión por semana” para “adecuar la planificación regional”. Esta medida se atribuye a lo mencionado por el modelo de Chevrolet y el descenso de las ventas en Brasil, un mercado que para General Motors representa un 65%.

Suspensión y caída de las exportaciones

El aviso por parte de General Motors se basa en la realidad de las ventas, sobre todo porque el presente de Brasil no acompaña y eso interfiere en la diaria de Argentina. Ante la medida, son siete las semanas que la fábrica de GM estará cerrada, con el propósito que durante el parón, la planificación sea analizada y modificada de cara al futuro.

En la comparación interanual, GM reportó una baja de las exportaciones del 2.9%, un número que refleja el incómodo momento de los vehículos. El fabricante, para dejar cierta tranquilidad en Argentina, indicó que ”no afectará el abastecimiento de vehículos al mercado argentino” y tampoco estará involucrado en la “creación de la nueva Tracker”.

Este comunicado deja entrever algunas cuestiones.  Aunque no interfiera directamente en el mercado argentino, la caída del mercado brasileño es una realidad que impacta de forma directa. Con más de la mitad de la dependencia del país vecino, Argentina está ligado a la situación de su aliado.

La situación de General Motors en la industria automotriz no es ajena a las otras realidades de los grupos más imponentes del rubro. Stellantis, Grupo Volkswagen o incluso Toyota han tomado medidas en base a un complicado andar en líneas generales. Un mercado tan globalizado con medidas que repercutirán en todos lados, de manera más o menos agresiva dependiendo la ubicación.

La delicada situación de GM desde 2023

Hace dos años, General Motors deambuló con suspensiones que atemorizaron el futuro. Dos años después, y luego de un primer parón en 2025 ante la suspensión de algunas semanas, el anuncio del paro de siete semanas será para reestructurar la planificación. ¿Hay un mayor riesgo de cara al futuro? Por el momento no se ha pensado sobre eso, teniendo en cuenta que el contexto es de incertidumbre ante la situación en Brasil.

El recorte de la masa de empleados, sumado a una baja en el sueldo, GM sabe que desde hace años vive un panorama desalentador en Argentina. No hay una amenaza concreta en el futuro pero la situación dependerá en su mayoría del repunte de Brasil. Si el mercado brasileño logra conquistar con la Tracker que se produce desde Argentina, las ventas brotarán y beneficiarán al mercado argentino.

El desglose de números es preocupante. La producción, en GM, descendió de 430.000 a 330.000, sumado a un plan de retiros voluntarios que concluyó con la permanencia de 600 empleados en la planta de Alvear. 

Conceptos importantes: “adecuación” y “planificación”, palabras que desgranaron desde General Motors y que confían en aplicar de cara al futuro. El mensaje entre líneas que comunicó GM no fue librado al azar, sino suponiendo que de cara al futuro habrá una cierta reestructuración para comenzar un nuevo plan.

General Motors, uno de los fabricantes más populares en la industria automotriz, tiene que tomar decisiones importantes en los próximos meses. Sabiendo que la situación no es la mejor y la “adecuada”, es fabricante tendrá que tomar medidas en la planta de Alvear en Rosario. La suspensiones y las malas prácticas desde hace años no funcionaron y la producción lo sintió, además de los empleados y el recorte salarial.

¿El desafío? Adecuar la planificación. ¿Cómo? con medidas más efectivas. Dependerá en mayor medida de Brasil, país vecino que es el principal aliado de Argentina en el mercado automotriz, que tendrá que convencer a los consumidores de captar el interés del Chevrolet Tracker para ajustar las ventas