A partir del 2 de abril, y luego del anuncio de Donald Trump, Estados Unidos aplicará un arancel del 25% a todos aquellos fabricantes que importen automóviles hacia Estados Unidos. Una medida que afecta directamente a Europa, porque la mayoría de las ventas fuera del continente ocurren en USA. ¿Y Argentina? ¿Cómo podría impactar la norma que entraña en vigor a comienzos de abril al país sudamericano?
México y Canadá, vecinos de Estados Unidos, son los más perjudicados detrás de Estados Unidos. Varias autopartes de los vehículos están compuestas por empresas mexicanas o canadienses. Alemania e Italia son los países más golpeados porque los grupos más populares son originarios de estos países, entre ellos el Grupo Volkswagen, Ferrari, BMW y Stellantis.
El objetivo de Trump es fortalecer la industria estadounidense y fue claro en que “si una empresa produce dentro del país, no sufrirá ningún tipo de arancel”. El análisis con respecto a Argentina es inferior a la Unión Europea o países norteamericanos ante el mínimo impacto que tiene el país en territorio estadounidense, aunque hay ciertas marcas que operan desde México.
¿Qué son los aranceles?
También conocidos como derechos de aduana, son impuestos que se cobran a bienes o servicios que están dentro del mercado en materia de importación o exportación. La primera hace referencia a la compra que hace un país al extranjero para usarlo en territorio nacional, mientras que la segunda alude a los recursos producidos en un país para venderlo en otro.
Entonces, el 25% de arancel dispuesto por Donald Trump refiere a que los automóviles que no sean fabricados en Estados Unidos deberán pagar montos superiores. El objetivo de Trump es proteger la industria, fomentar los recursos y las autopartes estadounidenses y reducir el desembarco de empresas extranjeras en Canadá o México, fuentes proveedoras de grandes recursos automotrices.
Varias empresas alemanas operan en Estados Unidos y durante la candidatura presidencial, antes de que Trump sea presidente por segunda vez, había declarado que deseaba convertir a las automotrices alemanas en estadounidenses”.
Argentina, lejos de los aranceles
La lejanía de Argentina sobre el anuncio del 25% de aranceles por parte de Estados Unidos a las automotrices es notoria ante la escasez de empresas argentinas en el país americano. Argentina, al no exportar vehículos directamente a USA, no padece la norma. Hay algunos vehículos fabricados en México que llegan a Argentina, aunque eso tampoco interfiere en el comercio de ambos países con Estados Unidos.
En el presente Argentina no exporta autos a Estados Unidos y la ecuación es al revés. El país norteamericano es quién abastece al país argentino con vehículos y autopartes. Esta medida se ajusta a la liberación de aranceles e impuestos de lujo que tenía Argentina, con el fin de facilitar en la actualidad la llegada de empresas extranjeras.
Un efecto colateral podría impactar en Argentina. ¿De qué manera? México y Argentina mantienen un acuerdo de libre comercio y las importaciones llegan desde el país latinoamericano. Autopartes y vehículos mexicanos responden a Estados Unidos, y ante el 25% de arancel, la oferta en Argentina podría elevarse. Expertos de la industria, en pos de apaciguar el panorama, advirtieron que posibles reorganizaciones de plantas para zafar de los aranceles podría tardar tres años y es un proceso “duradero y costoso”.
El mercado argentino, al acecho
Argentina, ¿beneficiada de los aranceles de Trump? La reacción por parte de la Unión Europea ilusiona a cuenta gotas al mercado argentino. La búsqueda de alternativas para responder a los aranceles impuestos por Estados Unidos abre un panorama de incertidumbre ante mercados emergentes, como el argentino. Un mercado emergente es aquel que está en pleno desarrollo. Argentina redujo los aranceles a los autos eléctricos e híbridos, y eliminó el impuesto de lujo. Este movimiento, producido a comienzos del 2025, abrió las puertas a empresas extranjeras e inversionistas que quieran apostar por la industria automotriz argentina. Las motos también entraron en la norma.
A diferencia del gobierno de Estados Unidos, el gobierno argentino redujo los aranceles para seducir a empresas extranjeras. Tesla, dominador de los autos eléctricos, todavía no se encuentra en el país ante los elevados impuestos y aranceles que existían. Con este cambio de panorama, la empresa de autos eléctricos podría aterrizar más temprano que tarde.
Argentina debe seguir de cerca los próximos movimientos de las automotrices mundiales. Los aranceles del 25% han llamado la atención de Europa, América del Norte y Asia. Países como Japón, Alemania, Italia, Francia y México elevaron sus voces ante el cambio en la industria automotriz y el territorio argentino debe analizar el movimiento de estos fabricantes, sin tantas ilusiones pero con efectos interesantes.
La globalización resume la implicancia de los aranceles de Estados Unidos. Argentina, limitada a los aranceles que impuso Trump, podría verse beneficiada ante efectos colaterales por parte de empresas que quieran cambiar el rumbo, y una que podría verse en alza.